La enseñanza ha sufrido un notable cambio educativo en los últimos años. La teoría de las inteligencias de Howard Gardner, cada vez más, se encuentra presente en los modelos educativos de nuestras escuelas y centros de formación académica. Seguro que habréis escuchado alguna vez esta frase: “Es un niño muy inteligente, pero suspende” ¿Puede ser esto cierto? ¿El fracaso escolar va unido necesariamente a un déficit de inteligencia? Vamos a intentar responder a esto y más.
las inteligencias de gardner clave para el cambio educativo
Howard Gardner, afirma que una persona puede destacar en unas inteligencias y fracasar en otras. Por ello, según Gardner, el cambio educativo debería partir de esa afirmación. Lingüística, Lógica matemática, Espacial, Musical, Naturalista, Corporal, Interpersonal o de empatía e Intrapersonal son las inteligencias que Gardner cree que tenemos todas las personas desde el momento en que nacemos. Hasta los 14 años aproximadamente se suele formar a los alumnos en las dos primeras y como no consiga destacar en alguna de ellas, fracasará.
Pero… ¿siempre es así?…¿somos unos fracasados por no superar los exámenes?
No siempre es así. Hay personas que no han superado con éxito los estudios (inteligencia lógico-matemática y lingüística) y han tenido éxito profesional, demostrando una gran inteligencia. Podríamos decir que sí, hay personas que han conseguido un gran desarrollo profesional o personal a pesar de su fracaso en la formación recibida.
Así pues, el alumno se debe formar en cada una de las inteligencias y desarrollarlas a través de la interacción entre las mismas. Esto es, si una persona tiene inteligencia naturalista podemos plantear una actividad formativa adecuada a su capacidad para que tenga un aprendizaje más eficaz y a partir de dicha actividad desarrollar otras inteligencias.
Dicho de una forma muy genérica, la teoría de las inteligencias múltiples se puede traducir en que no se debe formar a todas las personas de la misma manera y que encontrando la inteligencia que más despierte el interés y la aceptación del alumno se conseguirán potenciar todas las demás.
¿debemos rechazar el modelo clásico de formación?
El modelo clásico de formación (donde se plantea que todos los alumnos son iguales, tienen los mismos conocimientos previos, intereses y forma de aprender) es muy mejorable. Todos sabemos que cuanto más personalicemos la formación y nos adaptemos a cada alumno, mejores resultados obtendremos en el aprendizaje.
Con todo esto podríamos plantearnos cuestiones como si es la mejor solución hacer repetir curso a un alumno que no supere las dos inteligencias clásicas (Lógico-Matemática y Lingüística) y si un alumno suspende una asignatura o un curso, debe repetirlo. Es decir, volver a hacer lo mismo en lo que ha fracasado y de la misma manera en la que ha fracasado.
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No creo que sea correcto hacerle repetir en las mismas condiciones en las que ha llegado al fracaso; el mismo temario, el mismo profesor y las mismas actividades. El alumnado vuelve a caminar por la misma senda que no le condujo a la meta. En esas circunstancias parece lógico que esa senda no se recorra ni de forma motivada ni con alegría. La ausencia de cambio educativo provoca que el alumnado renuncie a recorrer las etapas intermedias de ese camino y sólo se preocupe de la etapa final.
¿la solución es agrupar a los repetidores?
Dar más oportunidades SÍ, repetir los mismos pasos que sabemos que les han conducido al fracaso NO. Puede ser una buena solución agrupar a las personas que repiten, siempre y cuando exista un cambio educativo. Actualmente con ayuda de las tecnologías se pueden personalizar los procesos de aprendizaje, probar nuevos planteamientos, descubrir los caminos de la motivación y fomentar la realización. No puedes pretender que un alumno pase fracaso al éxito sin generar un cambio educativo en su modelo de aprendizaje.
conclusiones para un cambio educativo:
- Compartir el conocimiento contribuye a mejorarlo.
- El uso del conocimiento genera más conocimiento.
- Centrarse en la realización y no tanto en la formación es lo correcto.
- Los modelos educativos deben arrancar desde la motivación y detectar la inteligencia en la que destaca en cada alumno.
- Incluye herramientas educativas en la formación de los más pequeños.