Si te encuentras en vísperas de exámenes de selectividad para ingresar a la universidad, probablemente estés estudiando nervioso todos los días, haciendo tu mayor esfuerzo; sin embargo, sientes que no logras retener todo lo que has estudiado o por el contrario, estás desganado y hace días que dejaste a un lado los libros. Para evitarlo, debes aprender de manera definitiva cómo estudiar para selectividad con unos trucos para exámenes infalibles, que no puedes dejar de leer y poner en práctica.
Descubre los pequeños detalles que marcan la diferencia en los estudios de selectividad, resultando una labor rápida y eficaz para el proceso de aprendizaje y al mismo tiempo, alternativas entretenidas y llamativas para aprobar el examen y comprender perfectamente cada uno de los temas.
Puedes estudiar siendo feliz
Te sorprenderás al saber que con solo cuidar algunos detalles podrás ser más eficiente, por ejemplo: para que la preparación de un examen de selectividad no resulte una labor agobiante, dejándote abrumado y agotado, es necesario que en ciertos intervalos de tiempo, tomes un descanso en el que oxigenes tu cerebro por al menos unos 15 o 20 minutos.
Lo recomendable es que efectúes una tarea que te favorezca, como dar una vuelta por el jardín para tomar algo de aire o escuchar alguna canción que te relaje; la clave está en alternarlo con acciones que te proporcionen un éxtasis de felicidad para que tu cerebro entienda que no siempre estará en ese estado de agotamiento.
Por otro lado, es muy motivador que te pongas pequeñas recompensas al final de cada jornada en la que hayas estudiado en gran medida, como por ejemplo: si llevas una semana estudiando, el fin de semana podrías plantearte reunirte con unos amigos para distraerte o hacer algo que te llene de satisfacción, como ver una película que te guste.
Evita las distracciones
Sin duda, las pruebas de selectividad para ingresar a la universidad marcan tu vida, ya que será tu carrera universitaria con la cual vivirás algunos años y con lo que posteriormente lidiaras el resto de tu vida, porque será tu profesión. Es por ello que debes ser muy centrado y evitar distracciones.
Una de las cosas más comunes que suelen suceder antes de saber cómo estudiar para selectividad es llegar a distraerte mientras estudias, pero debes saber que para concentrarte se requiere de al menos unos 10 minutos como mínimo y si pierdes la concentración, deberás iniciar nuevamente.
Para estudiar y tener resultados de una manera óptima, es necesario estar en lugares donde no haya agentes distractores presentes, como por ejemplo: una biblioteca donde no pase alguna persona por en frente ni por la espalda, ya que es la forma más sencilla de perder la concentración. Por otro lado, es indispensable que en esas horas que estás dedicando estudiar, no tengas contigo el teléfono móvil.
Si vas a un lugar aislado pero solo estás pendiente del móvil, revisando redes sociales y enviando mensajes de textos, la hora se te irá sin estudiar absolutamente nada y habrás perdido el tiempo.
Estudiar en casa no es nada fácil, ya que es más fácil distraerte. Es por ello que si lo harás ahí, deberás buscar la zona más tranquila de la casa para evitar cualquier agente distractor. Lo mejor que se puede hacer si realmente quieres saber cómo estudiar para selectividad es apagar el teléfono móvil, desconectar el internet y evitar a toda costa los ruidos y los televisores cerca, porque no permitirán la concentración.
Es ideal buscar un espacio que sea confortable, con aire fresco y con una iluminación tenue y relajada. Si lo haces en tu dormitorio, es vital que no abuses de la comodidad que tendrás, debido a que puedes incluso quedarte dormido si lo haces en tu propia cama (lo mejor que podrías hacer es mantenerte sentado para poder concentrarte).
Si estudias con un ordenador, es recomendable que uses alguna aplicación que permita bloquear las redes por ese período de tiempo que le quieres dedicar a los estudios. En el navegador Chrome existe una herramienta en la sección de productividad de extensiones, donde también encontrarás varias opciones.
Técnicas infalibles
Por lo general, las pruebas de selectividad son algo extensas. Es por ello que resulta importante que mantengas un plan y una organización, ya que no siempre estudiar es la única actividad que realizamos. Todo es más sencillo si se crean horarios de estudios semanas antes de la prueba para ingresar a la universidad y de esta manera salir triunfantes con resultados excelentes, logrando así el objetivo que es ingresar exitosamente a la carrera que deseas; o en una de las carreras con más salida laboral.
Con esta programación evitas caer en el error de estudiar el día antes, que no es más que atiborrarse de información que no será retenida de la mejor manera, sino que nos saturaremos y estaremos en casa amargados y tensos. Puede ser que al momento de presentar la selectividad recuerdes algunas cosas, pero olvidemos otras.
Una de las técnicas infalibles a la hora de conocer cómo estudiar para la selectividad, es realizar esquemas y mapas mentales debido a que es una de las mejores maneras para recordar cómo está estructurado un contenido y más si hay que desarrollar temas largos. Esto te lo facilitará, ya que en pleno examen recordarás el mapa o esquema y la escritura fluirá.
Otra técnica es hacer resúmenes. Sin duda, es necesario e imprescindible escribir con nuestras propias palabras el contenido de una forma breve, para que tu mente asimile la información, ya que es sencillo hacerlo de esta manera y no haces gran esfuerzo. Es genial para cuando debes memorizar nombres, datos, fechas o lo que sea que tengas que memorizar.
En el caso de que seas un estudiante que en la prueba de selectividad estés aplicando para carreras cómo Medicina, Biología, Física o Química y debes aprender y memorizar nombres difíciles, lo más conveniente es que intentes relacionarlos con palabras más sencillas para recordarlos. Es una técnica infalible.
Otro importantísimo y novedoso método estudiado por la Universidad de Illinois en Estados Unidos, demostró que realizar ejercicios físicos antes de un examen agudiza los conocimientos y mejora el rendimiento. En pocas palabras, realizar una actividad mejorará tu concentración y drenará la presión antes de un examen.
Además de los trucos antes mencionados, están también los tradicionales como subrayar los textos con colores llamativos y preferiblemente el amarillo. Son una manera dinámica para estudiar, que permite resumir lo más importante del contenido y aprender con mayor capacidad.
Ten una actitud positiva
Aprobar la selectividad es importante, pero no puedes dejar que todo gire en torno a eso y te agobie; debes tener toda la disposición y hacer todo lo positivo que esté a tu alcance, para no poner en juego la salud mental y física. Saber cómo estudiar para selectividad pasa por confiar y mantener una actitud positiva, ya que si has estudiado, sin duda aprobarás y los resultados serán tan cual los que esperaste.
Es por ello, que el cliché ‘‘todo es cuestión de actitud’’ ha tenido mucha repercusión, ya que posee una especie de efecto progresivo y multiplicador. Cuando tu actitud es positiva, la mayoría de las cosas salen mejor de lo que esperas y te mantendrás con esa energía positiva, sin dejar de lado que evitarás con esa mentalidad la ansiedad y estrés que produce cualquier prueba.
Asimismo, no dejes de confiar en ti mismo y en tus capacidades: no existe nada más poderoso que la mente y el resultado más tangible viene de creer en tus cualidades como fruto de un trabajo realizado con esfuerzo.
Cuando se habla de cómo estudiar para la selectividad, todos estos trucos para exámenes son infalibles. Ya que para tener éxito lo primordial es la organización combinada con una serie de técnicas de tu preferencia, sumada a la actitud que tengas ante cada prueba. Una combinación para los estudios que no se puede detener y que repercutirá de manera positiva en cada uno de los aspectos de tu vida.