La robótica educativa se ha convertido en los últimos años en un recurso eficaz para docentes en todo el mundo por las aportaciones que hace en los procesos de aprendizaje. Un camino no convencional que aporta valores adaptados a las nuevas exigencias de nuestra sociedad.
La robótica educativa tiene una parte teórica para conocer el mundo de la programación y la lógica de todo el proceso de creación, pero está basada en la práctica. La construcción de robots controlados con un sencillo software que permite a los alumnos aprender por la vía de ensayo-error.
Aprender a programar sencillas tareas y conseguir que el robot haga lo que su creador quiere es el objetivo de la robótica educativa.
Cómo interviene la robótica educativa en cada etapa de aprendizaje:
Los alumnos de Primaria
En esta etapa se fomenta la curiosidad por el mundo de la robótica, se plantea como un elemento motivador para aprender diferentes disciplinas como matemáticas y ciencias. Los alumnos contruyen sencillos robots y comienzan a interpretar los lenguajes de programación. Se motiva a los más jóvenes demostrándoles que sus proyectos se convierten en algo palpable y no se queda sólo en la teoría.
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Los estudiantes de Secundaria
Con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, los estudiantes incrementan la complejidad de sus robots añadiendo cada vez más acciones que tendrán que controlar: detectar objetos, recorrer grandes distancias implementando su lista de movimientos, acoplar accesorios a sus robots o participar en carreras o pruebas con otros robots. En esta fase entran en juego disciplinas como la física, la tecnología u otras ciencias de mayor complejidad que en la etapa de enseñanza primaria.
Los alumnos de Bachiller
Los robots comienzan a mejorar su funcionamiento e incrementa el nivel de complejidad de las máquinas, es por ello que los alumnos comienzan en esta fase su especialización hacia aspectos más concretos: aparece la figura del diseñador, del programador o del mecánico o responsable de mantener el funcionamiento. Es el momento de saber cada vez más de cada vez menos, pero aún queda lo mejor.
En la etapa de formación universitaria
Los alumnos ya mayores de 18 años no sólo mejoran su especialización en un determinado campo de la robótica, sino que comienzan a involucrarse en proyectos de investigación y creación como emprendedor. En este punto el alumno ya tiene una base teórica, ya ha probado con diferentes niveles de programación y diseño de robots, y su fase en robótica educativa se puede dar por concluida como alumno. ¡Comienza ahora su carrera profesional!
La robótica educativa y los lenguajes de programación
La era digital y las nuevas tecnologías han transformado la forma de comunicarnos y nos ofrecen infinitas posibilidades y herramientas para expresar nuestras ideas en un entorno digital.
Saber programar o codificar permitirá a los alumnos crear juegos, postales digitales, animaciones de todo tipo, y escenarios interactivos…una nueva forma de expresión y comunicación sin necesidad de ser profesionales de la programación y que sin duda a la velocidad que se producen los cambios, serán habilidades potenciales para el mundo laboral en los próximos años.
Por ello es recomendable introducir la robótica educativa con herramientas como LEGO Education ROBOTIX desde los primeros niveles de enseñanza, y crear con ello una nueva forma de expresión como ocurre con el lenguaje de expresión musical, audiovisual, artístico, lingüístico o matemático.